domingo, 11 de abril de 2010

DIVISIÓN DEL ACTO HUMANO

Algo tiene carácter de bien o mal en sentido absoluto sí constituye un bien o un mal que afecta radicalmente al desarrollo en plenitud de la vida humana, en cuanto humana. De entre todos los vivientes, el hombre es el único ser para quien su propia vida, su existencia, constituye una tarea: algo que debe lograr y que, correlativamente, tiene la posibilidad de malograrse.
Las acciones buenas moralmente, son aquellas que contribuyen a la perfección de la persona que las realiza, o a la planificación de su carácter moral (hacer el bien a los demás, ser honesto, ser justo, ser responsable).

Por mal moral se entiende la desviación de la voluntad humana de las reglas del orden moral y la acción que resulta de esa desviación. Tal acción, cuando proceda exclusivamente de la ignorancia, no será clasificada como mal moral, que esta restringido propiamente a los actos de la voluntad, hacia los fines que la conciencia rechaza.

Existen actos humanos indiferentes en abstracto, o sea, que por su objeto específico y naturaleza intrínseca no son buenos ni malos. La razón es porque, considerados en abstracto, los actos humanos toman su moralidad únicamente de su propio objeto específico, sin tener para nada en cuenta el fin de las circunstancias que les rodean, que son ya elementos concretos.
Es erróneo juzgar de la moralidad de los actos humanos considerando sólo la intención que los inspira o las circunstancias (ambiente, presión social, coacción o necesidad de obrar, etc.) que son su marco. Hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio. No está permitido hacer el mal para obtener un bien.

MORALIDAD OBJETIVA.

La Moral objetiva es la moral que sostiene que los actos de la voluntad están determinados por su objeto, ya que la decisión de la voluntad referente a la acción que se realiza aquí y ahora es lo que soporta la mayor parte de la moralidad de la acción; y que hay objetos que siempre será malo intentar o elegir, porque no pueden ser ordenables a Dios ni al bien verdadero del hombre. La moral objetiva u orden moral objetivo es una referencia fija para la bondad de la conducta que rige en todos los actos voluntarios.

La inmutabilidad del orden moral se derivaría de las acciones físicas: ciertas acciones físicas serían siempre malas, y los principios morales serían inmutables porque la realidad física, con sus leyes intrínsecas, es inmutable.

La inmutabilidad del orden moral no se deriva de la realidad física sobre la que versan las elecciones del sujeto que actúa, sino que se deriva de las leyes naturales internas al sujeto que actúa; la ejecución de la acción es posterior a la decisión del sujeto, y ésta ya es buena o mala antes de ejecutarse. Por esta razón, es imposible derivar las leyes morales de las acciones físicas. La expresión "ley moral objetiva" se refiere a la ley natural interior al sujeto que actúa.

FUENTES DE LA MORALIDAD.

La bondad o malicia de los actos humanos se hace por los elementos que los integran: El objeto, el fin y las circunstancias que no intervienen todos de la misma manera, para determinar la moralidad de los actos buenos y la de los actos malos. Para que un acto sea bueno, deben serlo necesariamente el objeto, el fin y las circunstancias; y para que sea malo basta con que uno de ellos esté en contra de la norma moral.

a) objeto.

Es la primera y fundamental fuente de moralidad: si el objeto es malo, el acto también será malo, aunque las circunstancias y la intención sean buenas; "No se puede hacer el mal para que sobrevenga el bien"; el fin no justifica los medios. Si el objeto es bueno, el análisis para una calificación completa y verdadera del acto debe proseguir por el fin y las circunstancias.

El objeto del acto moral, no es sólo el hecho o realidad física sobre que recae, sino la relación que guarda con el último fin, que es el bien del hombre. Por eso, al objeto del acto moral, se le llama también finis operis, finalidad inmanente del acto o relación objetiva con la ordenación de la razón al último fin, que determina la esencia de cada acto.

b) intención.

La intención, es un elemento esencial en la calificación moral de la acción. El fin es el término primero de la intención y designa el objetivo que se busca en la acción. La intención es un movimiento de la voluntad hacia un fin. Es el bien esperado de la acción que se hace. Una misma acción puede estar inspirada por varias intenciones como hacer un servicio para obtener un favor o para satisfacer la vanidad.

Una intención buena (por ejemplo: ayudar al prójimo) no hace ni bueno ni justo un comportamiento en sí mismo desordenado (como la mentira y la maledicencia). El fin no justifica los medios. No se puede justificar la condena de un inocente como un medio legítimo para salvar al pueblo. Por el contrario, una intención mala convierte en malo un acto que puede ser bueno.

c. circunstancias.

Todo acto humano es un acto "situado", realizado en un determinado tiempo y lugar, con una concreta modalidad, por un sujeto de particulares cualidades, etc. Las circunstancias designan todos los factores que forman el contorno en que se realiza la acción.

En síntesis:

Estamos a nivel moral cuando:

Cumplo una promesa hecha ayer pese a que hoy me doy cuenta de que su cumplimiento me crea problemas.

Ayudo voluntariamente a un compañero de clase si bien me arriesgo a herir su orgullo.

Decido si tengo que ser o no sincero con un compañero de clase que parece quiere ser amigo mío.
Rechazo robar la calculadora de un compañero de clase sabiendo que nadie me ve.

Estamos a nivel ético cuando:

Razonamos que los pactos han de cumplir siempre, del contrario, en lugar de acuerdos entre amigos, tendríamos que hacer contratos legales.

Me pregunto sobre qué tiene más valor moral, la intención que inspira un acto o los resultados que con él se obtienen.

Reflexiono sobre valores, preguntándome si el valor de la autenticidad es preferible el valor de la amistad.
Tengo presente la máxima o regla de oro: "No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti".


Actividades:

1. Explica con tus propias palabras por qué es importante conocer los actos humanos y su división.

2. Representar por medio de un ejemplo una acción moral, señalando las fuentes de la moralidad de la misma.

3. Plantea diferentes situaciones en donde el hombre actué a nivel ético y otras donde actué a nivel moral.